jueves, 10 de diciembre de 2020

Tricotilomanía: Tratamiento

Tratamiento

Los expertos no se ponen de acuerdo sobre los medicamentos para el tratamiento. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) o la clomipramina (un antidepresivo tricíclico con potentes efectos serotoninérgicos) han demostrado eficacia en la reducción de algunos de sus síntomas, sobre todo si el paciente padece de manera coexistente depresión o ansiedad. Para la conducta de arrancarse el pelo, la clomipramina parece ser más eficaz que la desipramina (un antidepresivo tricíclico que inhibe la recaptación de norepinefrina).

En un estudio, la N-acetilcisteína (un agonista glutaminérgico parcial) fue eficaz para adultos, pero en otro estudio pequeño, no fue más eficaz que el placebo en niños. También existen pruebas limitadas de que los bloqueantes de la dopamina en dosis bajas como olanzapina son eficaces, pero se debe evaluar la relación entre el riesgo y el beneficio.

En la actualidad, el tratamiento psicoterapéutico de elección es la terapia cognitiva-conductual que se dirige a tratar los síntomas del arrancamiento del pelo. Se recomienda la reversión de hábitos, una terapia predominantemente conductual, que incluye:

  •          Entrenamiento de sensibilización
  •          Control del estímulo
  •          Entrenamiento de respuesta competitiva (enseñar a los pacientes a sustituir la conducta del arrancamiento del pelo por otros comportamientos, como apretar el puño)

La tricotilomanía comienza en niños menores de 6 años y puede desaparecer sin tratamiento. Para la mayoría de personas, arrancarse el pelo termina al cabo de 12 meses. Para los demás, la tricotilomanía es un trastorno de por vida. El tratamiento con frecuencia mejora el arrancamiento del pelo y los sentimientos de depresión, ansiedad o imagen pobre de sí mismo.

Bibliografía:

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