Tratamiento
La psicosis paranoide o trastorno delirante es un tipo de desorden difícil de tratar, dado que en la mayor parte de los casos el paciente cree firmemente sus delirios y, por lo tanto, se niega a buscar ayuda para evitarlos. Es por ello que frecuentemente resulta necesario combinar un tratamiento farmacológico y psicoterapia.
Respecto al primero de ellos, es habitual el uso de antipsicóticos y antidepresivos, aunque estos tan solo controlan temporalmente los delirios. Es muy importante que cualquiera de ellos sean prescritos siempre por un médico o psiquiatra, así como que la medicación no se interrumpa a pesar de que la persona afectada se sienta mejor, ya que, si ocurre esto, lo más seguro es que los síntomas retornen.
Por otra banda, la psicoterapia tiene por objetivo ayudar a controlar los síntomas, disminuyendo así su impacto y recurrencia, y logrando por lo tanto que el paciente pueda pensar y estructurar su percepción de la realidad de una forma no patológica. Para lograr todo esto es muy importante establecer una buena relación médico-paciente. Una de las corrientes terapéuticas más efectivas es la terapia cognitivo-conductual, que tiene por objetivo más que el control de los síntomas, el evitar posibles recaídas posteriores. Esta última consistirá guiar al propio paciente para que explique sus delirios, pero sin confirmarlos nunca para que, posteriormente, se desarrolle una reestructuración cognitiva, que le permita controlar sus sentimientos, emociones y comportamientos. Así, poco a poco el paciente va tomando consciencia de los errores en sus delirios, y modificando también su comportamiento.
Además, es aconsejable y debemos animar a los pacientes que padecen este tipo de trastorno, el visitar periódicamente a un psicólogo o psiquiatra como parte del tratamiento, con el fin de que le ayuden y orienten a entender esos pensamientos y así poder controlarlos mejor y aprender, también, a prevenir problemas futuros.
Bibliografía: